Sus pétalos brillan en los campos de Xochimilco, al sureste de la Ciudad de México: La flor de cempasúchil nos recuerda el sol y la vida – y es esencial para el próximo Día de Muertos. De visita en un vivero en los Ejidos de San Gregorio.

Encontrarse con esas plantas es al primer instante impresionante: Frente a mí, filas de flores de cempasúchil anaranjados, rojos y amarillos se extienden por los terrenos de los Viveros Rocco. La jardinería se encuentra cerca del Puente de Urrutia en la zona de los “Ejidos de San Gregorio Atlapulco“, tierra agrícola en el sureste de la Ciudad de México y que una vez fue el Lago de Xochimilco.

Auf Deutsch lesen. Traducción del texto original en alemán.

Adornar la ofrenda

Estoy aquí para comprar flores para el próximo Día de Muertos. En México, la fiesta alrededor del Día de Todos los Santos es tradicionalmente el momento en que se conmemora a los que ya no están con nosotros. Es una „fiesta“ colorida, con comida y bebida para los “difuntos”. Los vivos decoran las tumbas de sus seres queridos y montan una ofrenda: un altar en casa con fotos, velas y dulces.

Elisabet Miranda de Viveros Rocco en Xochimilco
Elisabet Miranda. Foto: mc/voyyestoy.com

Las flores del cempasúchil, científicamente llamadas tagetes erecta (en alemán: “Studentenblume”), juegan un rol especial en esto: enmarcan las tumbas, las fotos de los muertos, el altar y el camino: „Se supone que se forma un caminito para que puedan llegar (los difuntos) a la ofrenda“, explica Elisabet Miranda. Junto con su esposo Rodolfo Telésforo dirige el vivero en esta parte rural de la metrópoli.

Elisabet está regando las filas de macetas de flor de cempasúchil a nuestra llegada. Está prácticamente finalizando su trabajo anual con la flor tan especial: A principios de julio, los Telésforos sembraron las cempasúchiles. Dos meses más tarde, las plantas fueron transplantadas a las macetas, y desde mediados de octubre están listas para sus compradores. “Una maceta cuesta 15 pesos”, explica Elisabet.

En los Viveros Rocco se han plantado este año alrededor de 75.000 flores de cempasúchiles en los campos de su vivero, explica Elisabet, pero la cantidad habitual es el doble. La pandemia del coronavirus complica la venta y actualmente trae consigo el cierre de los panteones el 1 y 2 de noviembre próximo, por temor a que se aglomore la gente en los cementerios.

Flores de cempasúchil en Xochimilco.

Pero aún así, es probable que la demanda sea alta: Estos días, la Ciudad de México parece que brilla en los colores del cempasúchil, los vendedores ambulantes ofrecen la planta en todas partes. Nosotros decidimos finalmente llevarnos diez macetas, para nuestro propio uso y como regalo. ¿Qué color? „Naranjado es típico”, dice Elisabet.

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En casa, las flores de cempasúchil „sirven un mes, hidratando“, nos indica la productora. Para entonces estaremos ya en diciembre. Un mes que a su vez tiene su propio decoro floral: la flor de navidad. Para Elisabet no habrá descanso. “Después del cempasúchil, seguimos con la nochebuena.”
Miguel Castro/voyyestoy.com


Contacto: Viveros Rocco, Embarcadero Puente de Urrutia, 16600 Xochimilco, Ciudad de México.


Los Ejidos de San Gregorio Atlapulco

Los “Ejidos de Xochimilco y San Gregorio Atlapulco” se ubican en el límite de la mancha urbana con el campo abierto en esta metrópoli: Situados al suroeste de la zona de la ciudad, los campos son atravesados por caminos de terreno, a sólo unos cientos de metros de avenidas pavimentadas y zonas residenciales que delimitan los campos de San Gregorio al norte y sur. Cualquiera que de un paseo por aquí a pie, en coche o en bici se olvida rápidamente de la ciudad de los millones de habitantes a sus espaldas. La zona lleva el nombre del pueblo de San Gregorio Atlapulco.

Camino rural en los Ejidos de San Gregorio

Detrás de los ejidos existen otros pueblos con sus propias tradiciones, como la alcaldía más rural de la ciudad llamada Milpa Alta o el pueblo de Mixquic, que tradicionalmente atrae a muchos visitantes el Día de Muertos. Este año, sin embargo, todas las celebraciones están canceladas debido a la pandemia.

Una vez este área estuvo cubierta por el “Lago de Xochimilco”, que formaba parte del sistema de lagos del Valle de México. Hoy en día, sólo recuerdan los canales de Xochimilco al oeste de los ejidos, en los que navegan trajineras con excursionistas, y la Laguna de San Gregorio dentro de los ejidos a lo que antaño había sido un lago .


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