Día por día la Ciudad de México amanece con su princesa guardando la ladera oriental de la metrópoli: El Iztaccíhuatl es un volcán durmiente con una leyenda triste – y de amor. El pasado día internacional de la mujer se convirtío también en un símbolo de la lucha feminil por sus derechos y su vida.
Algo que realmente impresiona día por día – por lo menos en los días von vista clara – es ver en la madrugada resurgir la silueta de los volcanes al este de la Ciudad de México. Mientras que a la derecha se vislumbra el cono del Popocatépetl, activo y casi siempre husmeando, está el Izta o Ixta – o la Izta o Ixta – con sus diferentes picos. Su silueta parece corresponder al de una mujer tumbada, con la cabeza y el cabello a la izquierda. De ahí proviene su nombre en náhuatl: Iztaccíhuatl significa „mujer blanca“.
Cuenta la leyenda que Iztaccíhuatl erase una vez una princesa azteca, ligada con un guerrero. Pero cuando creyó que su amado había fallecido en una guerra, Iztaccíhuatl murío de pena. El guerrero – con nombre Popocatépetl – en cambio sí vivía. Al regresar y enterarse de la noticia triste, Popocatépetl tomó el cuerpo de su princesa, la subió al monte y la depositó allá en la tierra, sentándose para siempre a su lado como vigilante … para más tarde ser convertidos los dios en las montañas actuales por los dioses aztecas – tal como se aprecia hoy al horizonte en la madrugada.
Desde entonces los volcanes y sus alrededores son objeto de muchos visitantes y alpinistas, a diferencia del Popocatétl el Iztaccíhuatl sí se puede escalar hasta sus cimas, aunque sea bien preparado y físicamente entrenado.
Pero un grupo lo escaló con intención especial el pasado día internacional de la mujer: Alpinistas mexicanos, mujeres y hombres, pusieron una señal de protesta y apoyo a la causa feminista y lucha por los derechos y la seguridad de mujeres. Ellos tendieron un lazo morado en el glaciar del volcán – un mensaje de „No violencia de género“, explica la alpinista Yolontzin, la iniciadora de la acción en un mensaje en Facebook. El mensaje es necesario, „porque todas somos una, juntas somos más fuertes y queremos ser libres y sin miedo“, como describe en su posting. México es unos de los países con más violencia misógena, en el 2019 más de 3.000 mujeres fueron asesinadas. ¿Qué símbolo más mejor entonces que la princesa durmiente, para dar una señal de protesta en favor de la causa feminil?